viernes, 6 de febrero de 2015

La prueba del arca

¡Hola, hola, hola! ¿Estáis tan contentos como yo de que sea viernes? Yo lo estoy, y para celebrarlo os dejo otro relato de esos que se escriben en media hora y que luego al final no tienen mucho sentido. Pero bueno, quizá con un poco de suerte alguno de vosotros se lo encuentre JAJAJA. Os dejo leyendo :D

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LA PRUEBA DEL ARCA





Siempre había sido tradición en aquella ciudad perdida, que al final del último curso en el la Academia, los jóvenes se enfrentaran a una prueba especial que nada tenía que ver con los exámenes.

Los adultos la llamaban ''La prueba del arca'' y esta causaba emoción y temor a partes iguales entre los chicos a medida que se acercaba la fecha. Hasta donde los alumnos de la Academia sabían, la prueba consistía en entrar uno por uno en una gran arca de piedra antigua. Eso era lo único que les habían explicado sobre ello, alegando que no necesitaban saber más. De tal modo, no era novedad el hecho de que todos y cada uno de ellos sintiesen la mayor de las curiosidades a cerca de aquella misteriosa caja.

Nadie menor de la edad permitida había sabido jamás lo que les esperaba el día de la tan ansiada prueba, pues cualquier familiar mayor que ellos tenía terminantemente prohibido darles ni la más mínima pista de la verdadera naturaleza de la prueba. No obstante y como siempre, había inquietantes chismes y rumores a cerca de ello.

Algunos afirmaban que el arca encerraban los más profundos temores de su corazón, y que muchas de las personas que entraban en ella no eran las mismas cuando salían. Otros decían que allí se encontraban criaturas monstruosas que ni siquiera se habrían atrevido a imaginar. Algunos creían que el problema no era entrar, sino conseguir salir. Los más escépticos, por el contrario, creían que el arca les haría preguntas especialmente difíciles sobre álgebra o geografía. El resto se limitaban a lanzarse miradas recelosas unos a otros, estremeciéndose ante la sola mención de la Prueba del Arca.

Por encima de todo, y más a medida que el curso avanzaba rápidamente, lo que más atormentaba a los estudiantes del último curso de la Academia era el miedo. Un miedo irracional y reverberarte a lo desconocido. Algunos de ellos, como Elaia, incluso habían intentado escapar a través de las rutas del este con tal de no tener que presentarse ante el intimidante arca que descansaba vigilante en lo más profundo de los sótanos de la escuela. Otros, como Karavin y Astrid, se habían preparado para lo peor. Malek, un joven despreocupado y soñador que había dedicado gran parte de su vida a imaginar lo que habría dentro del arca, finalmente había decidido no esperar nada.

Cuando por fin llegó el último día de clases y el profesor Icarius les condujo a través de los oscuros pasillos de la planta baja, el silencio que reinaba entre todos ellos era absoluto. El maestro se detuvo frente a unas grandes puertas de madera tosca, que abrió de un empujón. Cuando se apartó para revelar el interior de la sala, la más joven del grupo llamada Ryia, soltó una exclamación de asombro.

''La Prueba del Arca consta de dos fases. En la primera, deberéis entrar uno por uno.- Había dicho Icarius.- Dentro encontraréis una mesa con un único objeto. Cuando lo veáis, cogedlo y volved fuera lo más rápido posible.''

Tras esta breve explicación, Icarius abrió la enorme puerta del arca y preguntó quién quería ser el primero en entrar.

Karavin no tardó en ofrecerse valientemente. Con los hombros cuadrados y la barbilla en alto, desapareció dentro del arca cuando la puerta se cerró. No pasó demasiado tiempo antes de que el joven emergiera de nuevo portando una majestuosa espada entre sus manos. Sonrió de manera arrogante y orgullosa.

Ryia fue la siguiente, que salió llevando consigo un mapa y una brújula.

Astrid fue después. Al igual que Karavin, cuando salió de la caja sus manos sujetaban dos mortales dagas de cristal.

Lo que Elaia sacó del arca no fue otra cosa que una caja de tizas de color blanquecino.

Cuando le tocó el turno a Malek, el chico entró en el arca y vio la mesa de la que Icarius le había hablado, pero se sorprendió al descubrir que sobre ella no había absolutamente nada. Confuso y avergonzado, regresó al exterior con las manos vacías.

Una vez todos los alumnos sacaron su objeto de la caja, Icarius cerró de nuevo la puerta. Se despidió de ellos diciéndoles que la segunda parte de la Prueba del Arca que se realizaría al día siguiente consistiría en conseguir sacar de alguna parte de ella una moneda de oro blanco, y que su única ayuda sería el objeto que acababan de conseguir. Tras esto, todos los jóvenes se fueron a sus casas.

Al día siguiente, mientras llamaban a sus compañeros para la segunda parte de la prueba, Malek se ponía cada vez más nervioso. ¿Y sí el no era capaz de pasar la prueba? Su tarde se consumió así, entre dudas y algo de congoja.

Cayó el atardecer y para entonces, todos los demás habían entrado de nuevo en el arca y habían conseguido rescatar una moneda de oro de su interior.

Karavin y Astrid habían regresado cubiertos de arañazos y sudor, afirmando que para conseguir la moneda habían tenido que luchar contra un sinfín de monstruos mortíferos y criaturas letales.

Más  tarde, cuando Ryia finalizó su prueba, contó emocionada cómo se había perdido en un terrible laberinto de niebla y sombras en su intento por encontrar el oro.

Elaia por su parte, había tenido que resolver una decena de complicados acertijos para llegar al final del reto. Había explicado con énfasis que había estado a punto de caer al abismo con cada fallo, pero que finalmente lo había conseguido.

Cuando por fin llegó el turno de Malek de completar su último desafío, entró en el arca con el rostro algo pálido por el miedo. Mas cuando la puerta se cerró detrás de él, lo único que vio en el interior del arca fue una brillante moneda de oro blanco caída en el suelo. Sin comprender nada, la recogió y regresó junto con los demás.

Ante el asombro de todos sus compañeros, Malek se desconcertó aun más. Entonces Icarius se acercó a él y le susurró:


''Cuando los valientes deben enfrentarse a lo desconocido, esperan peligro. Cuando los ambiciosos lo hacen, esperan retos. Cuando son los inseguros, esperan problemas. Las personas realmente sabias son aquellas que, a la hora de enfrentarse a lo desconocido, son capaces de no esperar nada.''

4 comentarios:

  1. Me encanta!! La reflexión final es muy bonita ^^
    El nombre de Astrid me encanta, siempre se lo pongo a algún personaje jajaja.
    Lo he leído con tantas ganas como la primera vez, gracias por traer aquí el relato Alba XD. Un besoo!!!

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    1. ¡Me alegro de que te guste! ^^ A mí también me encanta ese nombre, me recuerda a Alice JAJAJA.

      ¡Muchísimos besos!

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  2. Alba!!!!! Acabo de ver en el blog Las vigilantes de sueños que has ganado!! Enhorabuena!!!! He leído el relato sabiendo que em iba a gustar, pero chica, no es que me haya gustado, ME HA ENCANTADO. En serio, escribes genial y estoy segura de que no será uno el libro que publiques, serán más. Y yo los leeré.
    Es una historia maravillosa, me encanta cómo se han entrelazado las diferentes tramas, y ese final... precioso.
    Un beso enorme Alba, y enhorabuena otra vez.

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    1. Muchísimas graaaaaaaaaaaaaaaaacias Teree ^^ ^^ Pues eso espero, aunque para publicar libros primero tendré que acabarlos :'D JAJAJAJAJ. Me encanta que te haya gustado el relato, la verdad es que valoro mucho tus opiniones :3

      ¡Muchos besos!

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